El color en la moda: El Negro
El empleo del color a lo largo de la historia de la
moda, ha estado condicionado por factores diversos; de tipo cultural, social,
económico, e incluso moral, prevaleciendo unos sobre otros en función de las
circunstancias.
A través de esta serie sobre el color que inicio
hoy, iré mostrando algunas de las causas que motivaron su empleo en
determinados momentos de la historia.
Comenzaré con el negro, cuya fascinación no ha dejado indiferente a nadie. Color con connotaciones tradicionalmente asociadas a la dignidad, la humildad, la autoridad, el duelo e incluso la rebeldía.
Comenzaré con el negro, cuya fascinación no ha dejado indiferente a nadie. Color con connotaciones tradicionalmente asociadas a la dignidad, la humildad, la autoridad, el duelo e incluso la rebeldía.
Antes del siglo
XIX, ningún colorante aportaba a los tejidos un tono negro perfecto. Los que se
obtenían tenían tonalidades azuladas o rojizas.
Sólamente el
negro que se elaboraba por la mezcla de la agalla y el vitriolo verde aportaba
una tonalidad negra intensa, pero tenía el problema de que con el paso del
tiempo se deterioraba y dañaba las fibras.
En la Europa del
siglo XVI, la austera Corte española impuso la moda del negro, siendo
pronto imitada por la nobleza del resto de Europa. Aunque este color
simbolizaba dignidad y sobriedad, lo cierto es que las joyas cosidas sobre
sayas, mangas y jubones, resaltaban mucho más sobre la seda negra que
sobre cualquier otro color.
En
la Holanda del siglo XVII, el negro también estaba de moda; de una parte, por
influencias (todavía vigentes) de la moda española, y de otra, por la
austeridad impuesta por el calvinismo. Así, la blanca gorguera que enmarcaba el
rostro, destacaba aún más sobre los tejidos negros.
También el
blanco de los cuellos de encaje y puños de las mangas, resplandecía más
sobre el negro.
A partir del
siglo XIX, los tintes negros de Sedan o de Montauban favorecieron
el empleo de la indumentaria negra, dejando de ser un privilegio de las clases
altas, para llegar a todos los estamentos sociales. A partir de ese momento, su
uso se generaliza, siendo utilizado con profusión en prendas masculinas.
Ama de cría del siglo XIX. Su delantal
blanco, el cuello y la cofia destacaban sobre el vestido negro
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También se empleó en los uniformes de profesores y empleadas domésticas, pues la ropa negra era más fácil de limpiar y las manchas se notaban menos.
Por lo cual,
también se consideraba el color adecuado para la ropa infantil de diario, ya
que en las ocasiones especiales, a los niños se les vestía de colores más
claros.
Durante el siglo
XIX, se extendió la costumbre de emplear el color negro para el luto. Ésa
era la única circunstancia que obligaba a las señoras de las clases acomodadas
a vestirse de negro, color que por lo general despreciaban, ya que lo relacionaban
con las criadas y la clase obrera. Hacia mediados del siglo, gracias a la industria
química, aparecieron en el mercado los nuevos tintes a base de anilina,
logrando desbancar a todos los anteriores.
Si
nos fijamos en esta pintura de 1905, no veremos a ninguna dama vestida de
negro. Todas van elegantemente ataviadas con vestidos blancos y tonos pastel.
Sólo los hombres visten de negro.
La historia del negro en la moda del siglo XX, se comenzó a escribir con Coco Chanel, quien en 1926, lo despojó de su relación con las clases obreras y el luto, para otorgarle una nueva carta de naturaleza a través de su petite robe noir.
A
partir de entonces, las mujeres que seguían la moda comenzaron a lucir
elegantes y estilizados vestidos negros, sobre los cuales destacaban mucho más
los complementos y accesorios. De alguna manera, el concepto iniciado en
la España del siglo XVI, volvió a renacer...
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